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Tengo grietas en la pared de mi casa…¿Es peligroso?

  • Foto del escritor: Dr. Estructuras
    Dr. Estructuras
  • 27 feb 2018
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 28 feb 2018

Imagina que de repente estás en tu sala, mueves la cabeza hacia la pared y te encuentras con una línea diagonal que deja ver un poco de oscuridad. ¿Afea tu muro? Claro, pero ese podría ser el menor de tus problemas.

Hace dos semanas recibí una llamada de un cliente, con el que he trabajado varias veces, muy preocupado.

Había estado visitando una vivienda que le interesaba mucho comprar pero, en una de sus paredes medianeras, notó que había una grieta bastante “grande”, y lógicamente se lo estaba pensando.

Me pidió que le acompañara a visitar el edificio para darle mi opinión sobre la grieta...


¿Que sucede?


Las consultas relacionadas con grietas son, junto con la humedad, de las más habituales que recibo en relación con deficiencias en casas.

Cuando aparece una grieta en nuestra casa, especialmente si esa grieta nos parece “grande”, es normal preocuparse. Tarde o temprano nos ponemos a buscar información en Internet y acabamos con la cabeza como un bombo y pensando si no se nos caerá la casa encima mientras dormimos.


Por supuesto, esta información será meramente orientativa, y siempre es aconsejable con un Ingeniero Estructural o conmigo que acuda en persona a ver la grieta y nos oriente.

¿Es lo mismo una grieta que una fisura?

Para empezar, es importante que sepamos distinguir la diferencia entre una grieta y una fisura.

En general hablamos de grietas en muros de construidos de ladrillo cuando se trata de roturas que llegan a atravesar todo el espesor del muro.

Las fisuras por otra parte son aquellas roturas que solamente afectan a las capas exteriores del muro, especialmente a su recubrimiento, afectando por ejemplo al enlucido de yeso o el tarrajeo.


Por supuesto, siempre van a ser más preocupantes las grietas que las fisuras.

​Las grietas y las fisuras por otro lado van a tener una serie de características que nos darán información importante acerca de sus causas y de su posible evolución, por ejemplo:

  • El recorrido de la grieta, si va por ejemplo en diagonal, o es vertical u horizontal.

  • El dibujo de la grieta, si es una línea continua o escalonada, si hay una sola grieta o hay varias más o menos paralelas, etc.

  • Su grosor o grado de abertura.

  • Los extremos de la grieta, sin son visibles y si tienen aspecto de ser recientes.

  • Los bordes de la grieta, si están bien definidos o por el contrario están desgastados.

  • El interior de la grieta, si lo podemos llegar a observar por ejemplo con una lupa, si está limpio o hay bastante material disgregado y suciedad.

Entonces... ¿Cuando me debo preocupar?

No todas las fisuras o grietas son de preocuparse, pero es importante evaluarlas y atenderlas en cuanto las descubras por primera vez, pues si bien pueden ser superficiales y solo dañar la pintura de los muros, también pueden ser resultado de un daño estructural que signifique un riesgo para tu familia.


Distinguir la peligrosidad de una grieta no es siempre fácil, pero una primera inspección nos dará una idea de si podemos dormir tranquilos o es mejor llamar a un experto.

Estas marcas pueden aparecer por problemas tan diversos como humedad, resistencia del terreno, movimientos diferenciales del suelo (asentamientos o expansiones), cambios de temperatura,  falta de adherencia entre ladrillos y mortero o mala ejecución de la construcción.


A ojo de buen cubero

Antes de decidir si debes llamar a un especialista, puedes hacer una revisión minuciosa:

  1. Ve a la calle y observa si se nota algún hundimiento, pues eso indicaría que hay problemas con el suelo y amerita llamar a un ingeniero.

  2. Luego decide si la construcción se ve recta o inclinada. Si tienes dudas, ata un objeto pegado a un cordel en la parte alta del muro y déjalo caer. En una pared de 2.3 metros de alto, la inclinación no debe ser mayor a 4 milímetros. De otra manera, llama a un especialista.

  3. Ahora pasa a la revisión interna. Es importante que sepas diferenciar entre los elementos diseñados para soportar el peso de la construcción, los llamados estructurales y los que solo sirven para aislar espacios o hacer separaciones estéticas. Los estructurales son las losas, columnas, vigas de concreto y algunos muros.

Para reconocer un elemento estructural conviene buscar el plano el inmueble. Ese lo debe tener el dueño, el arquitecto o ingeniero que diseñaron el inmueble o la autoridad municipal (siempre y cuando se construya con licencia). Si no se puede conseguir, hay que poner atención en las columnas, vigas, muros y losas de entrepiso y en un edificio también en los muros que rodean los ascensores y en los que dividen los departamentos.


Grietas ligeras, moderadas o severas

Las grietas son importantes cuando están en elementos o muros estructurales. Su importancia va de ligera a moderada o severa y esta escala es la que determinará si podemos solucionar el problema nosotros mismos o llamar a un especialista.

  • Las grietas ligeras son las fisuras. Son líneas aparentes en zigzag o diagonal de entre 2mm y 5mm de ancho. En los ladrillos se ven inclinadas y no representan un peligro a la vivienda pues no acusan daño estructural. La casa puede ser habitada y no requiere reparación mas que por motivos estéticos. Basta con rellenarla y volver a pintar.

  • Las grietas moderadas exhiben ya un espesor de entre 5mm y 1cm. La abertura se incrementa y seguramente la capa de aplanado ya se cayó y permite observar el block. Suele verse escandalosa, pero si no está en elementos estructurales tampoco representa un riesgo para la integridad del inmueble.Sin embargo, una grieta moderada sí requiere reparación urgente, pues aunque la vivienda puede soportar su peso, podría estar disminuida en su resistencia lateral y agravarse con el tiempo, lo que se verá en grietas cada vez más grandes.No deben ser resanadas por uno mismo ni llamar a un o maestro de obra. Debe ser un ingeniero civil que analice el caso y proponga la solución adecuada. Por ejemplo, hay un método con el que se inyecta mortero en la grieta, pero no puede hacerlo cualquiera y no se necesita siempre.

  • Las grietas severas suelen ser daños muy grandes, con más de 1 cm de ancho, que requieren reparación urgente. Son muy grandes y se caracterizan por dejar al descubierto pedazos de block o ladrillo rotos, con pedazos faltantes que se cayeron.Con este tipo de grietas lo primero es evacuar la vivienda pues los muros han perdido su capacidad de carga vertical y la construcción podría colapsarse. Hay que ser conscientes de que en ocasiones tienen solución y en otras no.En cuanto a las losas de los techos, las grietas paralelas a ventanas, vigas y cadenas pueden ser solo daños al recubrimiento; pero si el techo presenta grietas oblicuas o diagonales desde las esquinas hacia el centro, es mala señal. La buena noticia es que son de fácil reparación, siempre que llamemos a un especialista.

Repara tus fisuras

Si estás seguro de que las grietas de tus muros sólo dañan el recubrimiento, puedes repararlas tú mismo con la siguiente guía, para que no vuelvan a aparecer. Hay varios resanadores de uso fácil en el mercado.

  1. Abre la grieta hasta dos veces su anchura y profundidad inicial. Puedes hacerlo con ayuda de un rascador triangular, una espátula fuerte o un destornillador.

  2. Elimina e polvo del interior y los bordes de la grieta y aplica fijador a agua o disolvente.

  3. Rellena la grieta con ayuda de una paleta y asegúrate que el producto llegue hasta el fondo.

  4. Una vez seca la masilla, lija para igualar al soporte y pinta.


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